jueves, 3 de mayo de 2012

Ochenta años para mantener la ilusión.

Vuelvo a casa en autobús, como todos los días. 

No se si es la primavera, el sol que he tomado este puente o todas las cosas bonitas que me rodean, el caso es que hoy tengo buen día. 

Y con esas he sonreído a un matrimonio mayor que se han sentado enfrente mio. Me han gustado. Ella le habla a el en voz bajita, es dulce. El es sordo, lleva audífono, en esas cosas me fijo. El caso es que aún me han gustado mas. Les he sonreído. Adoro los matrimonios mayores que van de la mano a coger el autobús y cuando se sientan comparten la mirada cómplice de haber conseguido sitio juntos, ven pasa, sientate tu primero que yo mientras tanto me agarro.

Una cosa lleva a la otra y después de dos sonrisas compartidas con el matrimonio la señora me pregunta si son cómodas mis bailarinas. Ella nunca ha llevado bailarinas, ni alpargatas.............. ni delantal. A ella le gusta arreglarse todos los días, ponerse un poquito de tacón - "Que a mi edad la espalda ya no aguanta tanto como antes" - y  que tal y como va en el autobús también puede ir a por el pan. Lleva un traje de chaqueta granate, los pendientes de oro y un bolso que me gusta para mí. Me cuenta que no tiene batas, que ella en casa vestiditos, que lo de ir en bata es de abuelas. Yo ya no puedo pedir mas.

Tampoco usa delantal me cuenta, -"Si tengo la ropa buena, para que la voy a tapar? No es mas limpia la que mas limpia sino la que menos ensucia, así que yo con cuidado de no mancharme y ya está"-. Me ha cautivado. 

Me ha dicho que tiene ochenta años, el abuelo también los rondará.

Ochenta años no son nada, que nada les quite la ilusión a esa pareja. Me gustan, son lo que pudieron ser mis padres y no serán. Son lo que yo quiero ser cuando crezca. Son ilusión por la vida y los detalles.

Yo de mayor quiero ser como ellos, tener esa complicidad de pareja que ojala compartan muchos años. 

Yo de mayor quiero ser como ella, no quiero ir en bata y alpargatas...................y mucho menos usar delantal.